Sarney, en su calidad de vicepresidente electo, asumió como presidente constitucional después de la enfermedad y muerte de Tancredo Neves, en 1985. Su mandato se caracterizó por el fortalecimiento de la democracia brasileña, pero también por una grave crisis económica, que evolucionó para una crisis de hiperinflación.
En la economía, el gobierno Sarney adoptó una política considerada muy heterodoxa. Entre las medidas de mayor destaque está el Plan Cruzado en 1986: fijación general de los precios por 12 meses, y la adopción del reajuste automático de salarios siempre que la inflación alcanzaba o ultrapasaba a los 20%.
El Plan Cruzado tuvo efecto inmediato en la contención de la inflación y en el aumento del poder adquisitivo de la población, alzando el país a un clima de euforia. Miles de consumidores pasaron a fiscalizar y a denunciar los aumentos de precios en el comercio, quedándose conocidos como "los fiscales de Sarney". Sin embargo, cuatro meses después, surgieron problemas: ocurrió una grave crisis de abastecimiento, las mercancías desaparecieron de las estanterías de los supermercados, los proveedores pasaron a vender por encima del precio fijado, y la inflación volvió a subir. El gobierno mantuvo la fijación de los precios hasta las elecciones, intentando extraer dividendos políticos del plan.
La estrategia electoral funcionó: el PMDB (Partido del Movimiento Democrático Brasileño, partido del presidente), ganó las elecciones para gobernador en todos los Estados del país. La economía, sin embargo, se quedó desorganizada, y la inflación disparó. Fue lanzado el Plan Cruzado II, sin que la situación mejorara. Ese proceso culminó con el decreto de la moratoria, en 20 de enero de 1987 - decisión considerada polémica y por la cual Brasil sufrió graves represalias de los mercados financieros internacionales. Se sucedieron dos otros planes: el Plan Bresser y el Plan Verano, sin éxito en el combate a la inflación. En fines del gobierno Sarney, Brasil queda en una crisis de hiperinflación: entre los meses de febrero de 1989 y marzo de 1990, la inflación llega la a los 2.751%.
Además de la economía, el gobierno Sarney es conocido por su hábil conducción del proceso de democratización del país, que culminó con la aprobación de la Constitución del 1988 y la realización de las primeras elecciones directas para Presidente de la República después de 29 años. También fueron famosas las acusaciones de corrupción en todos los sectores del gobierno - siendo el propio Presidente José Sarney denunciado, aunque las acusaciones no hayan sido consideradas por el Congreso Nacional.
En la economía, el gobierno Sarney adoptó una política considerada muy heterodoxa. Entre las medidas de mayor destaque está el Plan Cruzado en 1986: fijación general de los precios por 12 meses, y la adopción del reajuste automático de salarios siempre que la inflación alcanzaba o ultrapasaba a los 20%.
El Plan Cruzado tuvo efecto inmediato en la contención de la inflación y en el aumento del poder adquisitivo de la población, alzando el país a un clima de euforia. Miles de consumidores pasaron a fiscalizar y a denunciar los aumentos de precios en el comercio, quedándose conocidos como "los fiscales de Sarney". Sin embargo, cuatro meses después, surgieron problemas: ocurrió una grave crisis de abastecimiento, las mercancías desaparecieron de las estanterías de los supermercados, los proveedores pasaron a vender por encima del precio fijado, y la inflación volvió a subir. El gobierno mantuvo la fijación de los precios hasta las elecciones, intentando extraer dividendos políticos del plan.
La estrategia electoral funcionó: el PMDB (Partido del Movimiento Democrático Brasileño, partido del presidente), ganó las elecciones para gobernador en todos los Estados del país. La economía, sin embargo, se quedó desorganizada, y la inflación disparó. Fue lanzado el Plan Cruzado II, sin que la situación mejorara. Ese proceso culminó con el decreto de la moratoria, en 20 de enero de 1987 - decisión considerada polémica y por la cual Brasil sufrió graves represalias de los mercados financieros internacionales. Se sucedieron dos otros planes: el Plan Bresser y el Plan Verano, sin éxito en el combate a la inflación. En fines del gobierno Sarney, Brasil queda en una crisis de hiperinflación: entre los meses de febrero de 1989 y marzo de 1990, la inflación llega la a los 2.751%.
Además de la economía, el gobierno Sarney es conocido por su hábil conducción del proceso de democratización del país, que culminó con la aprobación de la Constitución del 1988 y la realización de las primeras elecciones directas para Presidente de la República después de 29 años. También fueron famosas las acusaciones de corrupción en todos los sectores del gobierno - siendo el propio Presidente José Sarney denunciado, aunque las acusaciones no hayan sido consideradas por el Congreso Nacional.